Pensando en voz alta

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#MadeInWDC

lunes, 10 de febrero de 2014

TE DIRÍA

Te diría tantas cosas...

Te diría que aún recuerdo el primer instante en que te vi. El momento en que, sin saber nada de ti, sentí.

Te diría que apareciste cuando menos te esperaba, que rompiste mis esquemas, que alteraste mi rutina y reviviste sensaciones marchitadas.

Te diría que me sorprendió comprobar que las apariencias engañan. Y tantas cosas vividas igual. Los dos de lugares distintos pero en la misma dirección.

Te diría que me devolviste una ilusión que ni existía. Descubriste la razón de mi regreso y rincones del pasado no enfrentados. Generaste en mí la incertidumbre de dejar a un lado el control.

Te diría que impuse el corazón, creyendo que ganaría la razón. Comprendí que ya tenías una historia, que lo nuestro era un capricho del destino y los deseos pueden quedar insatisfechos.

Te diría que te di una oportunidad, pero fueron algunas más. Sólo contigo quise estar, a nadie más dejé entrar. Algunos te quisieron reemplazar, con ninguno te podías comparar.

Te diría que traté de comprenderte, intenté ponerme en tu lugar. Quise convencerme de unas metas que tal vez se podrían alcanzar. Con el tiempo supe que tu viaje fue una excusa para encontrar algo más.

Te diría que me asusto si te pienso porque sé que, aunque aún ausente, ahí estás. Desvelos en la noche me confunden inundándome de inseguridad. Vienes y vas, vuelves y te vas. 

Te diría que me gusta inventar una amistad, pero en tus ojos veo que siempre habrá algo más. Me lo dice tu mirada, no lo esconde tu sonrisa, ni tan adictiva fragancia o la muestra latente de tus celos.

Te diría que contigo todo se ha dado al revés y que anhelo ponerlo del derecho. Lo difícil nunca me pareció lo suficientemente complicado. Siempre me gustó nadar contracorriente, aunque fuera contra la lógica más evidente.

Te diría que no sé si serás tú, mi fracaso sería no intentarlo. Aunque duela, tienes la capacidad de hacerme olvidar todo lo malo. No se puede vivir de los recuerdos y, consciente, alimentas mi esperanza. Tratas de encontrar lo que ni siquiera tú sabes estar buscando.

Te diría que busco en los consejos algún destello de la luz que me apagaste. Te llevaste por un rato la certeza de tener a quien te completa. Inspiraste la realidad de toda la ficción de mi inocencia, creyendo ver en tu imagen a un príncipe de novela.

Te diría que no importa que lloviera porque la lluvia a veces limpia las heridas. Supimos dar al mal tiempo un toque de pasión y muchas ganas, a pesar de las circunstancias. Pretendimos encontrar en un paraguas los restos de la unión que nos separaba.

Te diría que no hubo ningún culpable, las cosas se dieron como debían. En todo caso la decepción fue mía al creer en lo que no existía. Confundí tus caricias con un nuevo amanecer y tus besos con reservas para las noches eternas.

Te diría que nada de lo que pasó importa, ni tampoco lo que pasará. La vida en pocos meses nos distancia y de nada servirán ya las palabras. Te diría que pasemos a la acción y me quites esta espinita clavada.

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