
Lo venían anunciando desde hacía unos días: el frío y, con él, la nieve están a punto de llegar. Pero lo mismo dijeron hace tan sólo una semana y al final no pasó nada. O con el huracán Sandy, sin ir más lejos. Sí, es verdad que afectó a buena parte de la costa este de Estados Unidos, pero en Washington DC no ocurrió nada. Sin embargo, las empresas dieron permiso a sus empleados para que trabajaran desde casa. Mejor prevenir que curar. De esto saben, y bastante, los americanos. Por eso la nieve no les ha cogido por sorpresa. Desde ayer, el asfalto estaba cubierto de sal, tanto para los vehículos como para los peatones. Por suerte, los jardines y los tejados los dejaron como estaban.
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