Cabe resaltar que por enamoramiento se entiende "conocer a alguien que te llama especialmente la atención, ilusionarte con esa persona e, incluso, llegar a creer que puede convertirse en alguien importante en tu vida. Ya sea por un rato, por un tiempo o para siempre".
Si buscamos sinónimos para este proceso, el diccionario nos ofrece una amplia gama de posibilidades: entusiasmo, flechazo, ternura, cariño, afecto, seducción, amor. Otras palabras relacionadas serían – siempre según el diccionario de sinónimos – arrobamiento, chifladura, idilio, noviazgo, relación, seducción. En fin, muchos vocablos para muchas diversas lecturas, pero tan sólo una interpretación: la que le damos nosotros mismos, según la forma que adquieren las circunstancias, nuestra mentalidad y nuestra propia forma de actuar. A veces totalmente en contra de nuestra voluntad porque - recordamos - las cosas del corazón en ocasiones no tienen mucho que ver con la razón.
Sigo con el diccionario de sinónimos. Marcadas en rojo, para que no pasen desapercibidas, encuentro otras palabras igual de interesantes, o más si cabe. Aversión, hostilidad, indiferencia. Son los antónimos de enamoramiento. Funcionarían como respuesta a la pregunta planteada en el título de esta entrada.
Pero como aquí no se trata de dar ninguna respuesta, sino de dejar que la imaginación de cada uno reflexione a su antojo y escoja la interpretación que considere más oportuna, vamos allá con algunas tonterías que me vienen en este momento a la cabeza.
Volvamos al principio de la cuestión. Un buen día, cuando menos te lo esperas, aparece alguien especial. Te llama gratamente la atención sobre el resto de los mortales que te rodean. Quizás su belleza no destaque sobre el resto, ni su fuerza, ni su simpatía. Quizás tampoco sea como te lo habías imaginado. Y precisamente por estas mismas razones te cuesta tanto entender que hayas caído rendida a sus pies. Así, de repente y sin querer, te das cuenta de que ocupa un lugar privilegiado en tu pensamiento, en tu rutina, en tus deseos. Sueñas dormida, también despierta. Pierdes el apetito, crecen las ganas, aumenta el interés.