Pensando en voz alta

Pensando en voz alta
#MadeInWDC

lunes, 23 de junio de 2014

Me equivoqué contigo...

Te juzgué mal, ruego me perdones.

Te creí superficial, inmaduro, arrogante e inseguro. Por un momento pensé que eras celoso, mentiroso, deshonesto y egoísta. 

No fue mi intención, te pido perdón.

Me supiste a farsa, a frustración y a desengaño. Ahora sé que fui yo quien no supo comprenderte. 

No me lo tengas en cuenta. 

Te confundí con un jugador arriesgado. Y con tu hielo me acabé quemando.

Si te dejé con la palabra en la boca, si te frustré las ganas, si te quedaste esperando. Sé que obré mal, ni traté de compensarte.

No debí verte con respeto. Ni con compasión, ni con cariño, ni con anhelo. Soy la única responsable.

Lo cierto es que no sentí que tuvieras tanto miedo. Ni tan pocas luces, ni tan poco seso. Pensé que tu sinrazón tendría cura... la de la lógica, la de mis dudas. 

No me tengas en cuenta que te confundiera con un caballero. Tal fue mi atrevimiento que te traté como a diestro siendo zurdo. 

Confundí tu mirada con destellos de tristeza. Me cegó el reflejo de tus ojos, del color de la mentira, de la obsesión, de los antojos. 

Lo que nos sobró, lo que nos faltó. Nada fuimos, pero casi todo tuvimos. 

No era para ti. No eras para mí. 

Me equivoqué contigo.

domingo, 15 de junio de 2014

El padre y sus hijas


Las hijas son al padre
lo que las nubes al cielo,
los peces al mar,
el anillo al dedo.


Las hijas del padre:
los ángeles del cielo,
las hojas del viento,
los pájaros del vuelo.


Las hijas con el padre,
como las estrellas del cielo
como Dios con lo eterno,
como del alba el lucero.


Las hijas y su padre:
su fiel seguidor,
su incondicional velador,
su amor verdadero.


El padre de las hijas:
el origen de la vida,
la razón de su existencia,
las ganas de vivirla.


El padre para las hijas
su ejemplo más certero,
leal protector,
 infinito su cariño…



Y, con él, el mundo entero.